domingo, 9 de febrero de 2020

El por qué y el cómo de la radical reducción de emisiones: (1)

21 January 2014
21 de Enero de 2014
The why and how of radical emissions reductions: (1)
Kevin Anderson
El por qué y el cómo de la radical reducción de emisiones: (1)
Kevin Anderson



Prof. Kevin Anderson
First in a series
Primero en una serie

On 10-11 December 2013, a Radical Emissions Reduction Conference was held at the Royal Society, London under the auspices of the Tyndall Centre for Climate Change Research [1] at the University of East Anglia. The conference's purpose was described as:

Los días 10 y 11 de diciembre de 2013 se celebró una Conferencia sobre la Reducción Radical de Emisiones en la Royal Society de Londres bajo los auspicios del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático [1] de la Universidad de East Anglia. El propósito de la conferencia se describió como:

Today, in 2013, we face an unavoidably radical future. We either continue with rising emissions and reap the radical repercussions of severe climate change, or we acknowledge that we have a choice and pursue radical emission reductions: No longer is there a non-radical option. Moreover, low-carbon supply technologies cannot deliver the necessary rate of emission reductions – they need to be complemented with rapid, deep and early reductions in energy consumption – the rationale for this conference.
Hoy, en 2013, nos enfrentamos a un futuro inevitablemente radical. O seguimos aumentando las emisiones y cosechamos las repercusiones radicales de un cambio climático severo, o reconocemos que tenemos una opción y perseguimos reducciones radicales de las emisiones: Ya no existe una opción no radical. Además, las tecnologías de suministro con bajas emisiones de carbono no pueden ofrecer la tasa necesaria de reducciones de emisiones – deben complementarse con reducciones rápidas, profundas y tempranas del consumo de energía – esos son los fundamentos de esta conferencia.

Prof. Kevin Anderson and Dr. Alice Bows-Larkin, both from the Tyndall Centre, were instrumental in framing the challenge for the conference. In 2010, they noted in a research paper [2] that: 
El profesor Kevin Anderson y la Dra. Alice Bows-Larkin, ambos del Centro Tyndall, fueron fundamentales para enmarcar el desafío de la conferencia. En 2010, señalaron en un documento de investigación [2] que: 
…while the rhetoric of policy is to reduce emissions in line with avoiding dangerous climate change, most policy advice is to accept a high probability of extremely dangerous climate change rather than propose radical and immediate emission reductions.
... mientras que la retórica de la política es reducir las emisiones en consonancia con evitar el peligroso cambio climático, la mayoría de los consejos de política son aceptar una alta probabilidad de un cambio climático extremadamente peligroso en lugar de proponer reducciones radicales e inmediatas de las emisiones.
And in 2012 in “A new paradigm for climate change” [3], Anderson and Bows call for academic rigour in elaborating the scientific and economic choices:
Y en 2012 en "Un nuevo paradigma para el cambio climático" [3], Anderson y Bows piden rigor académico en la elaboración de las opciones científicas y económicas:
    … academics may again have contributed to a misguided belief that commitments to avoid warming of 2°C can still be realized with incremental adjustments to economic incentives… as the remaining cumulative budget is consumed, so any contextual interpretation of the science demonstrates that the threshold of 2°C is no longer viable, at least within orthodox political and economic constraints…
... los académicos pueden haber contribuido de nuevo a la creencia equivocada de que los compromisos para evitar el calentamiento de 2 ºC todavía se pueden realizar con ajustes incrementales a los incentivos económicos... mientras se consume el presupuesto acumulado restante, por lo que cualquier interpretación contextual de la ciencia demuestra que el umbral de 2 ºC ya no es viable, al menos dentro de las limitaciones políticas y económicas ortodoxas...
At the same time as climate change analyses are being subverted to reconcile them with the orthodoxy of economic growth, neoclassical economics has evidently failed to keep even its own house in order. This failure is not peripheral. It is prolonged, deep-rooted and disregards national boundaries, raising profound issues about the structures, values and framing of contemporary society… This catastrophic and ongoing failure of market economics and the laissez-faire rhetoric accompanying it (unfettered choice, deregulation and so on) could provide an opportunity to think differently about climate change…
Al mismo tiempo que se están subvirtiendo los análisis del cambio climático para reconciliarlos con la ortodoxia del crecimiento económico, la economía neoclásica evidentemente no ha logrado mantener ni siquiera su propia casa en orden. Este error no es periférico. Es prolongado, profundamente arraigado e ignora las fronteras nacionales, planteando problemas profundos sobre las estructuras, los valores y el encuadre de la sociedad contemporánea... Este fracaso catastrófico y continuo de la economía de mercado y la retórica del “laissez-faire” que la acompaña (elección sin restricciones, desregulación, etc.) podría proporcionar la oportunidad de pensar de manera diferente sobre el cambio climático...
It is in this rapidly evolving context that the science underpinning climate change is being conducted and its findings communicated. This is an opportunity that should and must be grasped. Liberate the science from the economics, finance and astrology, stand by the conclusions however uncomfortable. But this is still not enough. In an increasingly interconnected world where the whole — the system — is often far removed from the sum of its parts, we need to be less afraid of making academic judgements. Not unsubstantiated opinions and prejudice, but applying a mix of academic rigour, courage and humility to bring new and interdisciplinary insights into the emerging era. Leave the market economists to fight among themselves over the right price of carbon — let them relive their groundhog day if they wish. The world is moving on and we need to have the audacity to think differently and conceive of alternative futures.
Es en este contexto en rápida evolución que se está llevando a cabo la ciencia que sustenta el cambio climático y se comunican sus hallazgos. Esta es una oportunidad que debe y debe ser aprovechada. Liberar a la ciencia de la economía, las finanzas y la astrología, mantenerse a la espera de las conclusiones por incómodas que sean. Pero esto todavía no es suficiente. En un mundo cada vez más interconectado en el que el conjunto —el sistema— a menudo está muy alejado de la suma de sus partes, debemos tener menos miedo de hacer juicios académicos. No opiniones y prejuicios sin fundamento, sino aplicando una mezcla de rigor académico, coraje y humildad para aportar ideas nuevas e interdisciplinarias a la era emergente. Deje que los economistas del mercado luchen entre ellos por el precio correcto del carbono, déjelos revivir su día de marmota si así lo desean. El mundo sigue adelante y debemos tener la audacia de pensar diferente y concebir futuros alternativos.
Their writings which underpin the conference's rationale, include: A new paradigm for climate change, [3] Beyond ‘dangerous’ climate change: emission scenarios for a new world [2], and Reframing the climate change challenge in light of post-2000 emission trends [4]. More recently, Anderson's Avoiding dangerous climate change demands de-growth strategies from wealthier nations [5] more explicitly lays out some of the key assumptions.
So to the conference itself, and many thanks to Shane White for wading through the conference videos and taking extensive notes which form the basis of these blogs.
Así que a la conferencia en sí, y muchas gracias a Shane White por vadear a través de los videos de la conferencia y tomar extensas notas que forman la base de estos blogs.
Anderson's presentation was entitled "'Avoiding dangerous climate change’: Why we need radical reductions in emissions", and it kicked off the conference. The video is here plus slides.
La presentación de Anderson se tituló "'Evitar el cambio climático peligroso': Por qué necesitamos reducciones radicales de las emisiones", y dio inicio a la conferencia. El video está aquí más diapositivas [6].
Anderson starts with the proposition that stabilisation at 2°C remains a feasible goal of the international community, just. [Readers of this blog will know well that at less than 1 degree of warming, there is a good deal of evidence that climate change is already dangerous [7] and of the view of leading scientists that 2°C hotter is not an acceptable climate target but a disaster [8].
Anderson comienza con la propuesta de que la estabilización a 2ºC sigue siendo un objetivo factible de la comunidad internacional, justo. [Los lectores de este blog sabrán bien que con menos de 1 grado de calentamiento, hay una buena parte de evidencia de que el cambio climático ya es peligroso [7] y de la opinión de los principales científicos de que 2ºC más caliente no es un objetivo climático aceptable, sino un desastre [8].
Anderson makes the point that radical mitigation has economic benefits, not financial. He says it is time to wrestle economics away form the financiers. The word economics originates from the Greek oikonimia, meaning stewardship of the household; no mention of money. The word financial comes from the Greek chrematistic meaning the making of money. If making money is our priority then 2°C is not viable. If we’re interested in the wellbeing of our lives and the planet, then 2°C is viable with a successful economy. 
Anderson señala que la mitigación radical tiene beneficios económicos, no financieros. Dice que es hora de alejar la economía de los financieros. La palabra economía proviene del griego oikonimia, que significa administración de la familia; ninguna mención de dinero. La palabra financiera proviene del griego chrematistic que significa la creación de dinero. Si ganar dinero es nuestra prioridad, entonces 2ºC no es viable. Si estamos interesados en el bienestar de nuestras vidas y del planeta, entonces 2 ºC es viable con una economía exitosa. 
The science message contained within latest IPCC report hasn’t changed in the last 20 years. This science is mature. But what has changed, says Anderson, is that:
El mensaje científico contenido en el último informe del IPCC no ha cambiado en los últimos 20 años. Esta ciencia es madura. Pero lo que ha cambiado, dice Anderson, es que:
·         Since IPCC AR4 in 2007, an additional 200 billion tonnes of carbon dioxide (GtCO2) has been released;
·         Desde el IPCC AR4 en 2007, se han liberado otros 200 mil millones de toneladas de dióxido de carbono (GtCO2);
·         Annual emissions are ~70% higher than at the time of the first report in 1990;
·         Las emisiones anuales son un 70 % superiores a las del primer informe de 1990;
·         Atmospheric carbon dioxide  levels are higher than during past 800 thousand years.
·         Los niveles de dióxido de carbono atmosférico son más altos que en los últimos 800 mil años.
The world says it is still committed to make a fair contribution “To hold the increase in global temperature below 2°C, and take action to meet this objective consistent with science and on the basis of equity”. (Copenhagen Accord 2009).
El mundo dice que todavía está comprometido en hacer una contribución justa "para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2ºC, y tomar medidas para alcanzar este objetivo consistente con la ciencia y sobre la base de la equidad". (Acuerdo de Copenhague de 2009).

So why do we need to concentrate on energy demand rather than supply? Because, says Anderson,  in 2013 it’s too late to only rely solely on the supply side. We need to focus on the demand side now too.
Entonces, ¿por qué tenemos que concentrarnos en la demanda de energía en lugar de en la oferta? Porque, dice Anderson, en 2013 es demasiado tarde para depender únicamente del lado de la oferta. Tenemos que centrarnos en el lado de la demanda ahora también.
So what of future emissions? Everything built today based on fossil fuels is locking ourselves into a high carbon future: power stations, large scale infrastructures, built environment, aircraft and ships. All this infrastructure will be in place for 30 to 100 years.
¿Y qué hay de las emisiones futuras? Todo lo construido hoy sobre la base de combustibles fósiles nos está encerrando en un futuro de alto carbono: centrales eléctricas, infraestructuras a gran escala, medio ambiente construido, aeronaves y barcos. Toda esta infraestructura estará en vigor durante 30 a 100 años.

Emissions in the above chart are higher than emissions in IPCC’s highest emission pathway (RCP8.5), with 2% a year growth from 2020.  Are such rising emissions scenarios realistic? They are certainly viable, says Anderson,  since UK is considered a leading country on climate change and the UK has made extensive fossil fuel investments.
Las emisiones en el gráfico anterior son mayores que las emisiones en la vía de emisión más alta del IPCC (RCP8.5), con un crecimiento del 2% anual a partir de 2020.  ¿Son realistas estos escenarios de emisiones crecientes? Ciertamente son viables, dice Anderson, ya que el Reino Unido es considerado un país líder en el cambio climático y el Reino Unido ha realizado extensas inversiones en combustibles fósiles.
Current pathway leads to emissions of greater than 2500 GtCO2 for the period 2000–2050, and 5000 GtCO2 for 2000–2100. Yet for a 66% chance of less than 2°C, we can emit only 1000 GtCO2. Along our current pathway all of that will be emitted by 2032. There is nothing left for emissions by 2032.
La vía actual conduce a emisiones de más de 2500 GtCO2 para el período 2000-2050, y 5000 GtCO2 para 2000-2100. Sin embargo, para una probabilidad del 66% de menos de 2 ºC, solo podemos emitir 1000 GtCO2. A lo largo de nuestro camino actual todo eso será emitido para 2032. No queda nada para las emisiones para después de 2032.

The carbon dioxide trend, says Anderson,  is “perfectly in line with a temperature increase of 6°C, which would have devastating consequences for the planet” as IEA chief economist Faith Birol has noted. Whether it is 4, 5 or 6°C doesn’t mean too much; they’re all devastating.
La tendencia del dióxido de carbono, dice Anderson, está "perfectamente en línea con un aumento de la temperatura de 6ºC, lo que tendría consecuencias devastadoras para el planeta", como ha señalado el economista jefe de la AIE Faith Birol. Si se trata de 4,5 ó 6ºC eso no significa demasiado; todos son devastadores.
There is nothing we can do significantly in the wealthy parts of the world to get emissions down with just low carbon supply in the short term. The only thing we can do now is reduce our demand. The supply side is a pre-requisite in the long term to holding temperature below 2°C.
No hay nada que podamos hacer significativamente en las partes ricas del mundo para reducir las emisiones con una oferta baja de carbono a corto plazo. Lo único que podemos hacer ahora es reducir nuestra demanda. El lado de suministro es un requisito previo a largo plazo para mantener la temperatura por debajo de 2 ºC.
This analysis is global. But premised on the basis of equity, poor countries shouldn’t be forced to suffer by reducing their emissions demand by the same rate as us in the short term.
Este análisis es global. Pero basándose en la equidad, los países pobres no deberían verse obligados a sufrir reduciendo su demanda de emisiones al mismo ritmo que nosotros a corto plazo.
So let’s assume non-Annex 1 nations (developing nations) collectively peak their emissions by 2025 (which a a big ask) and reduce emissions thereafter by 6 to 8% per year. Then what emissions budget is left for the rich, developed Annex 1 nations? The answer is that Annex 1 nations require at least a 10% reduction in emissions year on year (this is based on analysis a few years old so 10% is a bit low now). That means a 40% reduction by 2018 (c.f 1990), 70% reduction by 2024, and 90% by 2030 (remembering that these these are radical emission reductions but provide a 66% chance of less than 2°C.
Así que supongamos que las naciones no incluidas en el Anexo 1 (naciones en desarrollo) alcanzan colectivamente sus emisiones en 2025 (lo que es una gran pregunta) y reducen las emisiones a partir de entonces entre un 6 y un 8% anual. Entonces, ¿qué presupuesto de emisiones queda para las naciones ricas y desarrolladas del Anexo 1? La respuesta es que las naciones del Anexo 1 requieren al menos una reducción del 10% de las emisiones año tras año (esto se basa en el análisis de unos pocos años, por lo que el 10% es un poco bajo ahora). Esto significa una reducción del 40% para 2018 (c.f 1990), una reducción del 70% para 2024 y un 90% para 2030 (recordando que se trata de reducciones radicales de emisiones, pero que ofrecen una probabilidad del 66% de menos de 2oC.
Asks Anderson: Is above viable? Is 4,5 or 6°C a better option? No.
Pregunta Anderson: ¿Es lo anterior viable? ¿Es 4,5 o 6C una mejor opción? No.
Radical emission reductions on the basis of equity are viable by:
La reducción radical de emisiones sobre la base de la equidad es viable mediante:
·         Equity: Small group of people make radical and early reductions (40-60% of emissions are from 1-5% of the population) i.e. those in Annex 1 countries.
·         Equidad: Pequeño grupo de personas hacen reducciones radicales y tempranas (40-60% de las emisiones son del 1-5% de la población) es decir, las de los países del Anexo 1. 
·         Technology: demand side can deliver early and large reductions (why are low efficiency products on the market when high efficiency products are available?)
·         Tecnología: el lado de la demanda puede ofrecer reducciones tempranas y grandes (¿por qué hay productos de baja eficiencia en el mercado cuando hay productos de alta eficiencia disponibles?)
·         Growth: There are alternative measures of a good life. Above a certain threshold GDP is a poor proxy for welfare.
·         Crecimiento: Existen medidas alternativas de buena vida. Por encima de cierto umbral, el PIB es un mal indicador del bienestar.
So in summary, a radical plan looks something like this:
Así que en resumen, un plan radical se parece a esto:
·         Low carbon energy supply is pivotal in the long term but can’t be built fast enough in order to solely be relied upon for 2°C, so;
·         El suministro de energía baja en carbono es fundamental a largo plazo, pero no se puede construir lo suficientemente rápido para poder confiar únicamente en 2ºC, así que;
·         Radical reductions in energy demand from now to ~2030. Radical reductions in energy demand over one decade are possible if carefully planned. This extends the window to get the low carbon energy supply in place.
·         Reducciones radicales de la demanda de energía desde ahora hasta 2030. Las reducciones radicales de la demanda de energía durante una década son posibles si se planifican cuidadosamente. Esto extiende la ventana para obtener el suministro de energía baja en carbono en su lugar.
·         A Marshall plan to build 100% low carbon energy supply by 2030–2040.
·         Un plan Marshall para construir un suministro de energía 100% baja en carbono para 2030-2040.
Anderson concluded by quoting Robert Unger that “at every level the greatest obstacle to transforming the world is that we lack the clarity and imagination to conceive that it could be different.” He said the paradigm he had outlined will be dismissed as not being practical, but 4, 5 or 6°C is impractical and certainly not equitable.
Anderson concluyó citando a Robert Unger que "en todos los niveles el mayor obstáculo para transformar el mundo es que carecemos de la claridad y la imaginación para concebir que podría ser diferente". Dijo que el paradigma que había esbozado será descartado por no ser práctico, pero 4,5 ó 6ºC es poco práctico y ciertamente no equitativo.


REFERENCIAS
[8] http://www.climatecodered.org/2013/12/2-degrees-hotter-not-acceptable-climate.html

sábado, 8 de febrero de 2020

La pérdida de hielo antártica se ha triplicado en una década. Si eso continúa, estamos en serios problemas.



Antarctic ice loss has tripled in a decade. If that continues we are in serious trouble.

La pérdida de hielo antártica se ha triplicado en una década. Si eso continúa, estamos en serios problemas.
Chris Mooney, The Washington Post
 Published 10:46 am PDT, Wednesday, June 13, 2018



   Crevasses near the grounding line of Pine Island Glacier, Antarctica.
   Crevasses cerca de la línea de tierra del glaciar Pine Island, Antártida.



Antarctica's ice sheet is melting at rapidly increasing rate, now pouring more than 200 billion tons of ice into the ocean annually and raising sea levels a half millimeter every year, a team of 80 scientists reported Wednesday.
La capa de hielo de la Antártida se está derritiendo a un ritmo que aumenta rápidamente, vertiendo ahora más de 200 mil millones de toneladas de hielo en el océano anualmente y elevando el nivel del mar medio milímetro cada año, informó el miércoles un equipo de 80 científicos.
The melt rate has tripled in the past decade, the study concluded. If the acceleration continues, some of scientists' worst fears about rising oceans could be realized, leaving low-lying cities and communities with less time to prepare than they'd hoped.
El ritmo de fusión se ha triplicado en la última década, concluyó el estudio. Si la aceleración continúa, algunos de los peores temores de los científicos sobre el aumento de los océanos podrían cumplirse, dejando a las ciudades y comunidades [situadas en zonas]NT bajas con menos tiempo para prepararse de lo que esperaban.
The result also reinforces that nations have a short window - perhaps no more than a decade - to cut greenhouse gas emissions if they hope to avert some of the worst consequences of climate change.
El resultado también refuerza que las naciones tienen una ventana corta -quizás no más de una década- para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero si esperan evitar algunas de las peores consecuencias del cambio climático.
Antarctica, the planet's largest ice sheet, lost 219 billion tons of ice annually from 2012 through 2017 - approximately triple the 73 billion ton melt rate of a decade ago, the scientists concluded. From 1992 through 1997, Antarctica lost 49 billion tons of ice annually.
La Antártida, la capa de hielo más grande del planeta, perdió 219 mil millones de toneladas de hielo al año desde 2012 hasta 2017 - aproximadamente el triple de la tasa de fusión de 73 mil millones de toneladas de hace una década, concluyeron los científicos. De 1992 a 1997, la Antártida perdió 49 mil millones de toneladas de hielo al año.
The study is the product of a large group of Antarctic experts who collectively reviewed 24 recent measurements of Antarctic ice loss, reconciling their differences to produce the most definitive figures yet on changes in Antarctica. Their results - known formally as the "Ice Sheet Mass Balance Inter-comparison Exercise" (IMBIE) - were published Wednesday in the journal Nature.
El estudio es el producto de un gran grupo de expertos antárticos que revisaron colectivamente 24 mediciones recientes de la pérdida de hielo antártica, reconciliando sus diferencias para presentar las cifras más definitivas hasta la fecha sobre los cambios en la Antártida. Sus resultados – conocidos formalmente como el "Ice Sheet Mass Balance Inter-comparison Exercise" (IMBIE) - fueron publicados el miércoles en la revista Nature.
"We took all the estimates across all the different techniques, and we got this consensus," said Isabella Velicogna, an Antarctic expert at the University of California, Irvine, and one of the many authors from institutions in 14 separate countries. The lead author was Andrew Shepherd of the University of Leeds in the U.K.
"Tomamos todas las estimaciones a través de todas las diferentes técnicas, y conseguimos este consenso", dijo Isabella Velicogna, experta en la Antártida de la Universidad de California, Irvine, y una de las muchas autoras de instituciones de 14 países diferentes. El autor principal fue Andrew Shepherd de la Universidad de Leeds en el Reino Unido.
"The detailed record shows an acceleration, starting around 2002," said Beata Csatho, one of the study authors and a glaciologist at the State University of New York at Buffalo, in an email.
"El registro detallado muestra una aceleración, a partir de 2002", dijo, en un correo electrónico, Beata Csatho, una de las autoras del estudio y glació glacióloga de la Universidad Estatal de Nueva York en Buffalo.
Csatho noted that comparing the first and last five year periods in the record reveals an even steeper acceleration. "Actually, if you compare 1997-2002 to 2012-2017, the increase is even larger, a factor of more than 5!!"
Csatho señaló que comparar los primeros y últimos cinco años del registro revela una aceleración aún más pronunciada. "En realidad, si comparas 1997-2002 con 2012-2017, el aumento es aún mayor, ¡un factor de más de 5!! [según mis cálculos el factor es 4]"
For the total period from 1992 through the present, the ice sheet has lost nearly 3 trillion tons of ice, equating to just under 8 millimeters of sea level rise. Forty percent of that loss has occurred in just the last 5 years, again underscoring the increase in losses recently.
 Durante el período total desde 1992 hasta la actualidad, la capa de hielo ha perdido casi 3 billones de toneladas de hielo, lo que equivale a poco menos de 8 milímetros de aumento del nivel del mar. El cuarenta por ciento de esa pérdida se ha producido en los últimos 5 años, subrayando de nuevo el aumento de las pérdidas recientemente.
Looking closer, the rapid, recent changes are almost entirely driven by the West Antarctic ice sheet, which scientists have long viewed as an Achilles' heel. It is known to be losing ice rapidly because it is being melted from below by warm ocean waters, a process that is rendering its largest glaciers unstable.
Mirando más de cerca, los rápidos y recientes cambios son impulsados casi en su totalidad por la capa de hielo de la Antártida Occidental, que los científicos han visto durante mucho tiempo como un talón de Aquiles. Se sabe que está perdiendo hielo rápidamente porque está siendo derretido desde abajo por las cálidas aguas oceánicas, un proceso que está haciendo que sus glaciares más grandes sean inestables.
West Antarctica lost 159 billion tons of ice a year from 2012 through 2017, compared with just 65 billion tons from 2002 through 2007.
La Antártida Occidental perdió 159 mil millones de toneladas de hielo al año desde 2012 hasta 2017, en comparación con sólo 65 mil millones de toneladas desde 2002 hasta 2007.
The growth is largely attributable to just two huge glaciers - Pine Island and Thwaites. The latter is increasingly being viewed as posing a potential planetary emergency, because of its enormous size and its role as a gateway that could allow the ocean to someday access the entirety of West Antarctica, turning the marine-based ice sheet into a new sea.
El crecimiento es en gran parte atribuible a sólo dos enormes glaciares - Pine Island y Thwaites. Este último está siendo visto cada vez más como una posible emergencia planetaria, debido a su enorme tamaño y su papel como una puerta de entrada que podría permitir que el océano algún día acceda a la totalidad de la Antártida Occidental, convirtiendo la capa de hielo marina en un nuevo mar.
Pine Island is now losing about 45 billion tons per year, and Thwaites is losing 50 billion. Both numbers are higher than the annual losses for any other glacier anywhere in the world.
Pine Island está perdiendo ahora unos 45 mil millones de toneladas al año, y Thwaites está perdiendo 50 mil millones. Ambas cifras son más altas que las pérdidas anuales de cualquier otro glaciar en cualquier parte del mundo.
"The increasing mass loss that they're finding is really worrying, particularly looking at the West Antarctic, the area that's changing most rapidly and it's the area that we're most worried about, because it's below sea level," said Christine Dow, a glaciologist at the University of Waterloo in Canada who was not involved in the research.
"La creciente pérdida de masa que están sufriendo es realmente preocupante, particularmente mirando la Antártida Oeste, el área que está cambiando más rápidamente y que es el área que más nos preocupa, porque está por debajo del nivel del mar", dijo Christine Dow, glacióloga de la Universidad de Waterloo en Canadá que no participó en la investigación.
"If you start removing mass from there, you can have a very large scale evacuation of ice into the ocean and significant sea level rise," she continued.
"Si empiezas sacando masa de allí, puedes tener una evacuación a gran escala de hielo en el océano y un aumento significativo del nivel del mar", continuó.
An additional increase in ice losses came from the smaller glaciers of the Antarctic Peninsula, which are also melting rapidly but contain less sea level rise potential.
Finally, the largest part of the continent, East Antarctica, has remained more stable and didn't contribute much ice to the ocean during the period of study, the assessment says. However, in the last five years, it too has begun to lose ice, perhaps as much as 28 billion tons per year, although the uncertainty surrounding this number remains high.
Un aumento adicional en las pérdidas de hielo provino de los glaciares más pequeños de la Península Antártica, que también se están derritiendo rápidamente pero contienen menos potencial de aumento del nivel del mar. Finalmente, la mayor parte del continente, la Antártida Oriental, se ha mantenido más estable y no aportó mucho hielo al océano durante el período de estudio, dice la evaluación. Sin embargo, en los últimos cinco años, también ha comenzado a perder hielo, tal vez hasta 28 mil millones de toneladas al año, aunque la incertidumbre que rodea a este número sigue siendo alta.
What's happening in East Antarctica is extremely important because it has by far the most ice to give, being capable of raising sea levels by well over 100 feet. A single East Antarctic glacier, Totten, has the potential to unleash as much total sea level rise as the entire West Antarctic ice sheet, or more.
Lo que está sucediendo en la Antártida Oriental es extremadamente importante porque tiene, con mucho, la mayor cantidad hielo que aportar, siendo capaz de elevar el nivel del mar por más de 100 pies(34,8 metros). Un único glaciar de la Antártida Oriental, Totten, tiene el potencial de provocar tanto aumento total del nivel del mar como toda la capa de hielo de la Antártida Occidental, o más.
"We cannot count on East Antarctica to be the quiet player, and we start to observe change there in some sectors that have potential and they're vulnerable," said Velicogna.
"No podemos contar con que la Antártida Oriental sea el actor silencioso, y comenzamos a observar el cambio allí en algunos sectores que tienen potencial y son vulnerables", dijo Velicogna.
Scientists have previously raised fears about a scenario in which ice loss from Antarctica takes on a rate of explosive growth.
Anteriormente, los científicos han suscitado temores sobre un escenario en el que la pérdida de hielo de la Antártida adquiere una tasa de crecimiento explosivo
In a controversial 2016 study, former NASA scientist James Hansen and a team of colleagues (including Velicogna) found that the Earth could see sea level rise above 1 meter (or 3.3 feet) within 50 years if polar ice sheet loss doubles every 10 years. A tripling every decade, were it to continue, would reach that volume of sea level rise even sooner.
En un polémico estudio de 2016, el ex científico de la NASA James Hansen y un equipo de colegas (incluyendo a Velicogna) encontraron que la Tierra podía ver el nivel del mar elevarse por encima de 1 metro (o 3,3 pies) dentro de 50 años si la pérdida de la capa de hielo polar se duplica cada 10 años. Si se triplicase cada década, de manera constante, alcanzaría ese volumen de aumento del nivel del mar incluso antes.
Granted, there's no proof the current rate of change in Antarctica will continue. Scientists can't see the future, but they do fear continuing and even worsening losses.
Por supuesto, no hay pruebas de que la tasa actual de cambio en la Antártida continúe. Los científicos no pueden ver el futuro, pero temen que las pérdidas continúen e incluso empeoren.
"I don't know if it's going to keep exactly tripling, but I think it has a lot of potential to keep significantly increasing," said Velicogna.
"No sé si va a seguir triplicándose exactamente, pero creo que tiene mucho potencial para seguir aumentando significativamente", dijo Velicogna.
The changes will not be steady, in any case, said Knut Christianson, an Antarctic researcher at the University of Washington in Seattle, by email. "We will not necessarily see solely rapid retreat," said Christianson, noting that as glaciers like Pine Island retreat backwards down a submarine, downhill slope, they will sometimes encounter bumps that slow down their movement. So we should expect "periods of stability interspersed with rapid retreat," he said.
Los cambios no serán constantes, en cualquier caso, dijo, por correo electrónico, Knut Christianson, investigador antártico de la Universidad de Washington en Seattle. "No veremos necesariamente un retiro rápido", dijo Christianson, señalando que a medida que glaciares como Pine Island retroceden hacia atrás por vía submarina, en pendiente cuesta abajo, a veces se encontrarán con baches que ralentizarán su movimiento. Así que debemos esperar "períodos de estabilidad intercalados con otros de un retiro rápido", dijo.
Under high greenhouse gas emissions, the worst-case projections of sea level rise eventually reach over a centimeter each year, said Rob DeConto, an Antarctic expert at the University of Massachusetts, Amherst who was not involved in the current study.
Bajo altas emisiones de gases de efecto invernadero, las proyecciones del peor de los casos de aumento del nivel del mar finalmente alcanzan más de un centímetro cada año, dijo Rob DeConto, un experto antártico de la Universidad de Massachusetts, Amherst que no participó en el estudio actual.
We're nowhere near that point yet.
Aún no estamos cerca de ese punto.
"We're still talking about roughly a half a millimeter per year," DeConto said. "That isn't going to sound horribly unmanageable. But remember for the northern hemisphere, for North America, the fact that the location in West Antarctica is where the action is amplifies that rate of sea level rise by up to an about additional 25 percent in a city like Boston or New York."
"Todavía estamos hablando de aproximadamente medio milímetro por año", dijo DeConto. "Eso no va a sonar horriblemente inmanejable. Pero recuerden que para el hemisferio norte, para América del Norte,el hecho de que la ubicación sea en la Antártida Occidental, esa acción, esa tasa de aumento del nivel del mar, se amplifica hasta en un 25 por ciento adicional en una ciudad como Boston o Nueva York".
That's because as Antarctica's mass shrinks, the ice sheet's gravitational pull on the ocean relaxes somewhat, and the seas travel back across the globe to pile up far away - with U.S. coasts being one prime destination.
Esto se debe a que a medida que la masa de la Antártida se encoge, el tirón gravitatorio de la capa de hielo en el océano se relaja un poco, y los mares viajan de vuelta a través del mundo para acumularse lejos, siendo las costas de Estados Unidos un destino principal.
Whether Antarctic mass loss keeps worsening depends on choices made today, argues DeConto, who co-authored a separate paper in this week's Nature outlining two different visions for Antarctica's future in the year 2070.
El que la pérdida de masa antártica siga empeorando depende de las decisiones que se tomen hoy en día, argumenta DeConto, quien fue coautor de un artículo separado en la Nature de esta semana que describe dos visiones diferentes para el futuro de la Antártida en el año 2070.
Continuing high emissions could deliver massive sea level rise - but strong compliance with the Paris climate agreement, while unable to stop changes happening now, could help to control how much they worsen.
Las continuas saltas emisiones podrían provocar un aumento masivo del nivel del mar, pero un fuerte cumplimiento del acuerdo climático de París, si bien no puedan detener los cambios que se producen ahora, podrían ayudar a controlar cuánto empeoran.
"The kinds of changes that we see today, if they were not to increase much more . . .. then maybe we're talking about something that is manageable for coastal stakeholders," said DeConto.
"Los tipos de cambios que vemos hoy en día, si no aumentaran mucho más... entonces tal vez estamos hablando de algo que es manejable para las partes costeras interesadas ", dijo DeConto.
Or alternatively, he continued, Antarctica could drive faster changes, ones that "begin to exceed what we're going to be able to cope with."
O alternativamente, continuó, la Antártida podría impulsar cambios más rápidos, que "comienzan a superar lo que vamos a ser capaces de hacer para hacerles frente".

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TRADUCCIÓN: AMADEUS

viernes, 20 de diciembre de 2019




por Marco Fajardo 13 agosto, 2019

El reporte del Breakthrough National Center for Climate Restoration conmovió al mundo en junio, al pedir medidas urgentes. Y advierte que el neoliberalismo no es compatible con las acciones necesarias para enfrentar la situación climática actual. En ese sentido, para el especialista es importante un renovado rol del Estado, debido al fracaso de la ortodoxia económica de hoy en solucionar el problema.

Un apocalíptico informe sobre el fin de la humanidad en 2050 conmocionó al mundo en junio pasado.
El reporte del Breakthrough National Center for Climate Restoration, un think tank independiente de Australia, advirtió sobre la amenaza que representa el cambio climático.
Fue presentado nada menos que por el exjefe de las Fuerzas de Defensa Australianas y exalmirante de la Marina australiana, Chris Barrie.
"Mientras las autoridades hablan de mantener el calentamiento a 1.5 °C a 2 °C sobre el nivel preindustrial –una meta muy insegura, dado que hay efectos claves que comienzan con apenas 1 °C de calentamiento– su falta de acción de hecho pone al planeta en una senda de calentamiento mucho mayor que destruirá muchas ciudades, países y pueblos, y muchas, si no la mayoría, de las especies", advierte el director de investigación de la entidad, David Spratt.
Fracaso de la ONU
Spratt es uno de los autores del informe, en su calidad de experto en ciencia y políticas climáticas. Su análisis es demoledor: "Las políticas climáticas internacionales han fracasado en evitar el catastrófico calentamiento global".
"El acuerdo de París estableció compromisos nacionales de reducción de emisiones voluntarios y no vinculantes, que resultarán en una senda de calentamiento de más de 3 °C, y más cercano a los 5 °C si se toma en cuenta todo el abanico de feedbacks del sistema climático", advierte.
"Ese resultado, dicen los científicos, es incongruente con la existencia de la civilización humana, y podría reducir la población humana a mil millones de personas. Incluso el Banco Mundial dice que podría ser más allá de cualquier adaptación", subraya.
Malas cifras
Según Spratt, desde que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático fue adoptada en la Cumbre de Río de 1992, las emisiones humanas de dióxido de carbono se han incrementado en más de 50%, sin que haya señales de ralentización.
"Desde 1992, el calentamiento ha subido de 0.6 °C a 1.1 °C, y la tasa de calentamiento ahora se acelera. La Tierra posiblemente alcanzará el rango inferior de la meta de París de 1.5 °C en cuestión de una década o algo parecido", advierte.
La evidencia de la historia climática del planeta indica que el actual nivel de dióxido de carbono elevará el nivel del mar por decenas de metros y que al final de la civilización alcanzará 3.5 °C en el largo plazo, según el especialista.
Aunque la Convención apunta a un "desarrollo económico de forma sostenible", cada año la huella ecológica humana es mayor y menos sostenible, alerta Spratt. Añade que hoy la humanidad requiere una capacidad biofísica de 1,7 Tierras anualmente en su consumo de capital natural. Un resultado "desastroso" para las instituciones de Naciones Unidas.
Subestimación de científicos
Al ser consultado sobre si hubo una subestimación del cambio climático y sus consecuencias, Spratt responde que el error de apreciación y la consiguiente actuación para evitar el riesgo existencial que supone se debe en parte a la forma en que los científicos producen la información climática.
"La mayor parte de la investigación climática ha tendido a subestimar los riesgos existenciales, y han exhibido una preferencia por proyecciones conservadoras y reticente erudición, aunque un creciente número de científicos ha criticado en los últimos años este enfoque", tales como Kevin Anderson, James Hansen, Michael E. Mann, Michael Oppenheimer, Naomi Oreskes, Stefan Rahmstorf, Eric Rignot y Will Steffen.
Spratt cita un estudio que examinó las últimas predicciones de científicos climáticos y concluyó que han sido "conservadoras en sus proyecciones del impacto del cambio climático", y que "al menos algunas de las características claves del calentamiento global por crecientes gases de efecto invernadero no han sido pronosticadas, en especial en las evaluaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en el ámbito de la física".
Los autores concluyeron que los científicos no tienden al alarmismo, en parte debido a la tendencia de sus normas hacia la moderación, objetividad, escepticismo y racionalidad. Esto podría ser la causa de que hayan "minimizado futuros cambios climáticos".
Ya tras el primer reporte del IPCC, en 1990, Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita actuaron para "moderar la alarma en el lenguaje, y fortaleciendo el aura de la incertidumbre", según el empresario británico Jeremy Leggett.
Otro funcionario británico de aquel momento, Martin Parry, recuerda que "a los gobiernos no les gustaron las cifras, así que algunas fueron maquilladas".
"Al igual que la Convención, el procedimiento del IPCC sufre de todos los peligros de la construcción de consenso en un escenario complejo", apunta Spratt. "Sus reportes no siempre incluyen las últimas cifras disponibles y la necesidad de consenso puede llevar a 'minimizar el drama' y denominadores comunes bajos que pasan por alto temas clave", prosigue.
La dificultad de actuar
Como se ve, la dificultad para enfrentar el problema radica en parte en la necesidad de lograr acuerdo entre varios actores.
"El problema es global y requiere una actuación a alto nivel, pero el proceso internacional de consensos apunta a los denominadores en común más bajos", explica el experto.
"El cambio climático actualmente representa una amenaza cercana a mediano plazo a la civilización humana, pero no es inevitable. Se necesita un nuevo enfoque en el manejo de los riesgos climáticos" para evitar el desastre. Aun así, en su opinión actualmente el mundo no está preparado para imaginar las consecuencias catastróficas del cambio climático.
Otro error es presentar el peligro como un problema futuro, más que un problema actual, añade.
"Lo que hay que hacer ahora es un desafío fundamental a las actuales estructuras de mercado y gobierno", asegura.
Agrega que los líderes políticos y empresariales parecen ser incapaces de incluso entender el tema. Y cita un informe británico de 2016, "Pensando lo impensable", basado en entrevistas a altos líderes de todo el mundo, según el cual su capacidad de anticiparse a eventos inesperados es "peligrosamente inadecuada en momentos críticos".
El estudio halló una fuerte resistencia, o lo que incluso puede llamarse "miopía ejecutiva", a aceptar que puedan suceder eventos "impensables", sin hablar de lidiar con ellos.
Medidas necesarias
Para Spratt, lo importante es entender la crisis en su total dimensión, y lo que requiere para su solución, es decir, acciones de emergencia.
"Se trata de intención política. Lo central a entender es que la política climática internacional está dominada por una preocupación sobre cualquier otra: el cambio debe ser gradual y no afectar a las economías nacionales o global en el corto plazo", critica.
Sin embargo, para él esto ya no es una opción, ya que solo quedan dos escenarios.
Dos escenarios
La primera opción es seguir al ritmo actual de explotación de recursos, que es insostenible y lleva hacia el colapso, tal como documenta un informe del Club de Roma de 1972.
Spratt señala que las consecuencias del cambio climático ya han causado trastornos geopolíticos extremos. Así sucedió con la extrema sequía y consecuente hambruna en Medio Oriente que propiciaron la Primavera Árabe y la guerra civil en Siria.
Otras vulnerabilidades aparte de un colapso ecológico, son la inestabilidad del sistema financiero internacional, una creciente desigualdad, políticas extremas y el desplazamiento de poblaciones por razones climáticas.
La segunda opción es una acción de emergencia a volver a un "clima seguro". A juicio de Pratt, esto significa, entre otras medidas, el cierre de la industria extractiva de combustibles fósiles y el fin del sistema productivo dependiente de los mismos.
Esto, según dice el escritor australiano Paul Gilding, en su libro The Great Disruption, llevará a un cambio sistémico complejo, con vulnerabilidades y discontinuidades ocurriendo de forma impredecible. "Él dice que habrá una creciente división global entre las viejas y nuevas élites económicas, porque el marco de sostenibilidad es una mala noticia para algunas corporaciones, y hay un desorden causado por la 'destrucción creativa' de capital y el abandono de bienes".
Para el experto, estas alternativas nos enfrentan a una disyuntiva a gran escala: o planificada en el marco de una transición de emergencia, o no planificada debido al colapso social y físico a medida que el calentamiento se intensifica.
"El tiempo para un cambio lento se acabó y una 'victoria' lenta es lo mismo que una derrota. Ya no hay un camino gradual para tener éxito. Esto debe estar en el foco del pensamiento cuando se evalúen medidas y la escala de la acción requerida en consideración", subraya.
La importancia de la sociedad civil
Otro elemento que destaca Spratt es la importancia del activismo comunitario.
"Allí donde hay suficiente espacio democrático, la sociedad civil ha liderado las campañas para la acción climática por décadas. Cada año, crece el compromiso, en el norte y el sur, este y oeste. Campañas valientes han evitado el fracking, cerrado minas de carbón, aplazado o evitado nuevos oleoductos, nueva infraestructura y deforestación", destaca.
Dice que, de esta forma, la sociedad civil ha avergonzado a los gobiernos involucrados en la demora predatoria y les han pedido rendir cuentas, al tiempo que ha impulsado iniciativas oficiales que han reforzado la revolución de la energía renovable.
A esto se suma "un nuevo activismo climático, que califica la crisis climática de amenaza para la humanidad, y desafiando el fracaso de los líderes políticos y empresariales. Esto incluye a Greta Thunberg y el movimiento global StudentStrike4Climate en occidente y sur del planeta, el grupo Extinction Rebellion (XR), a The Climate Mobilisation en Estados Unidos y comunidades similares en otros lugares".
Este nuevo realismo, en sus palabras, está cambiando el relato. “Riesgo existencial”, “crisis de extinción” y “emergencia climática” son conceptos que se han normalizado, y el viejo lenguaje gradualista comienza a desaparecer, mientras el fracaso consume lentamente los procesos de la ONU.
Capitalismo y ecologismo
Recientemente el Presidente Sebastián Piñera señaló que el socialismo contaminó mucho más que el capitalismo. ¿Cree Spratt que el capitalismo global es compatible con estas medidas?
"La izquierda revolucionaria está en un mínimo histórico", responde Spratt. "En muchos países casi no existe. Parece fantasioso pensar que el capitalismo per se enfrente la amenaza de alguna fuerza revolucionaria", opina.
Sin embargo, la fase actual del capitalismo global, el neoliberalismo, no es compatible con las acciones necesarias para enfrentar la emergencia climática, asegura.
"Movimientos económicos a gran escala, ya sea en respuesta a una amenaza militar o un desastre natural como terremotos, tsunamis y ciclones, o al servicio de una transformación social a gran escala, se caracterizan por un liderazgo gubernamental fuerte para la planificación, coordinación y reubicación de recursos, respaldado por un poder administrativo suficiente para lograr una respuesta rápida más allá de la capacidad del funcionamiento normal de una sociedad", argumenta.
Para él, un ejemplo de esto son grandes transformaciones económicas como las ocurridas en Asia en la posguerra en Japón, Corea del Sur, Singapur y China.
"También será el caso en la movilización por la emergencia climática. Los gobiernos nacionales y subnacionales tienen la capacidad social única para planificar, dirigir recursos, desarrollar capacidades laborales, bajar impuestos y dirigir inversiones financieras, coordinar la innovación y fijar marcos regulatorios", señala.
En ese sentido, para el especialista es importante un renovado rol del Estado, debido al fracaso de la ortodoxia económica actual en solucionar el problema. "La mayoría de la acción climática, incluso a nivel de la ONU, y en muchos grupos ambientales, está en un marco neoliberal, es decir, aquel que enfatiza el papel dominante de un mercado regulado 'eficiente', con la menor cantidad de objetivos sociales posibles", critica.
Advierte que esta metodología ha creado modelos energético-climático-económicos para las autoridades según los cuales lo "óptimo" (más “eficiente”) en nivel de calentamiento está alrededor de 3-4 °C, una propuesta absurda cuando los principales científicos señalan que dicho nivel sería catastrófico y tal vez cause el fin de la civilización.
"Los mercados son amorales, en el sentido de que se guían por 'el valor de la acción' –ganancias y dividendos– y no por preocupaciones éticas. Hasta ahora, no han respondido adecuadamente, incluso en sus propios términos, a los riesgos financieros del cambio climático", puntualiza. "Cuando las decisiones son tomadas por el interés del inversionista, la empresa, el producto, la mina o el petróleo, no importa lo que beneficia más a la sociedad como un todo".
Al mismo tiempo, dice, los gobiernos han sido incapaces de regular los costos asociados a la actividad que no son tomados en cuenta por el mercado, como mala salud, impactos ambientales o sociales, "y no hay mejor ejemplo que el cambio climático".
"El resultado es un fracaso del mercado a gran escala. Tal como están estructurados y regulados actualmente, los mercados no han estado ni cerca de la tasa de cambio necesaria. Un resultado clave en el periodo de la acción climática de emergencia será la apreciación del necesario papel del Estado como regulador y protector de condiciones económicas y sociales, especialmente cuando está en juego el futuro de la sociedad", remata.

"No se trata de miedo versus esperanza, sino de valentía", precisa. Y "Greta Thunberg es un buen ejemplo de una persona que tiene el valor de llamar las cosas por su nombre", concluye.reporte del Breakthrough National Center for Climate Restoration conmovió al mundo en junio, al pedir medidas urgentes. Y advierte que el neoliberalismo no es compatible con las acciones necesarias para enfrentar la situación climática actual. En ese sentido, para el especialista es importante un renovado rol del Estado, debido al fracaso de la ortodoxia económica de hoy en solucionar el problema.

Un apocalíptico informe sobre el fin de la humanidad en 2050 conmocionó al mundo en junio pasado.
El reporte del Breakthrough National Center for Climate Restoration, un think tank independiente de Australia, advirtió sobre la amenaza que representa el cambio climático.
Fue presentado nada menos que por el exjefe de las Fuerzas de Defensa Australianas y exalmirante de la Marina australiana, Chris Barrie.
"Mientras las autoridades hablan de mantener el calentamiento a 1.5 °C a 2 °C sobre el nivel preindustrial –una meta muy insegura, dado que hay efectos claves que comienzan con apenas 1 °C de calentamiento– su falta de acción de hecho pone al planeta en una senda de calentamiento mucho mayor que destruirá muchas ciudades, países y pueblos, y muchas, si no la mayoría, de las especies", advierte el director de investigación de la entidad, David Spratt.
Fracaso de la ONU
Spratt es uno de los autores del informe, en su calidad de experto en ciencia y políticas climáticas. Su análisis es demoledor: "Las políticas climáticas internacionales han fracasado en evitar el catastrófico calentamiento global".
"El acuerdo de París estableció compromisos nacionales de reducción de emisiones voluntarios y no vinculantes, que resultarán en una senda de calentamiento de más de 3 °C, y más cercano a los 5 °C si se toma en cuenta todo el abanico de feedbacks del sistema climático", advierte.
"Ese resultado, dicen los científicos, es incongruente con la existencia de la civilización humana, y podría reducir la población humana a mil millones de personas. Incluso el Banco Mundial dice que podría ser más allá de cualquier adaptación", subraya.
Malas cifras
Según Spratt, desde que la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático fue adoptada en la Cumbre de Río de 1992, las emisiones humanas de dióxido de carbono se han incrementado en más de 50%, sin que haya señales de ralentización.
"Desde 1992, el calentamiento ha subido de 0.6 °C a 1.1 °C, y la tasa de calentamiento ahora se acelera. La Tierra posiblemente alcanzará el rango inferior de la meta de París de 1.5 °C en cuestión de una década o algo parecido", advierte.
La evidencia de la historia climática del planeta indica que el actual nivel de dióxido de carbono elevará el nivel del mar por decenas de metros y que al final de la civilización alcanzará 3.5 °C en el largo plazo, según el especialista.
Aunque la Convención apunta a un "desarrollo económico de forma sostenible", cada año la huella ecológica humana es mayor y menos sostenible, alerta Spratt. Añade que hoy la humanidad requiere una capacidad biofísica de 1,7 Tierras anualmente en su consumo de capital natural. Un resultado "desastroso" para las instituciones de Naciones Unidas.
Subestimación de científicos
Al ser consultado sobre si hubo una subestimación del cambio climático y sus consecuencias, Spratt responde que el error de apreciación y la consiguiente actuación para evitar el riesgo existencial que supone se debe en parte a la forma en que los científicos producen la información climática.
"La mayor parte de la investigación climática ha tendido a subestimar los riesgos existenciales, y han exhibido una preferencia por proyecciones conservadoras y reticente erudición, aunque un creciente número de científicos ha criticado en los últimos años este enfoque", tales como Kevin Anderson, James Hansen, Michael E. Mann, Michael Oppenheimer, Naomi Oreskes, Stefan Rahmstorf, Eric Rignot y Will Steffen.
Spratt cita un estudio que examinó las últimas predicciones de científicos climáticos y concluyó que han sido "conservadoras en sus proyecciones del impacto del cambio climático", y que "al menos algunas de las características claves del calentamiento global por crecientes gases de efecto invernadero no han sido pronosticadas, en especial en las evaluaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en el ámbito de la física".
Los autores concluyeron que los científicos no tienden al alarmismo, en parte debido a la tendencia de sus normas hacia la moderación, objetividad, escepticismo y racionalidad. Esto podría ser la causa de que hayan "minimizado futuros cambios climáticos".
Ya tras el primer reporte del IPCC, en 1990, Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudita actuaron para "moderar la alarma en el lenguaje, y fortaleciendo el aura de la incertidumbre", según el empresario británico Jeremy Leggett.
Otro funcionario británico de aquel momento, Martin Parry, recuerda que "a los gobiernos no les gustaron las cifras, así que algunas fueron maquilladas".
"Al igual que la Convención, el procedimiento del IPCC sufre de todos los peligros de la construcción de consenso en un escenario complejo", apunta Spratt. "Sus reportes no siempre incluyen las últimas cifras disponibles y la necesidad de consenso puede llevar a 'minimizar el drama' y denominadores comunes bajos que pasan por alto temas clave", prosigue.
La dificultad de actuar
Como se ve, la dificultad para enfrentar el problema radica en parte en la necesidad de lograr acuerdo entre varios actores.
"El problema es global y requiere una actuación a alto nivel, pero el proceso internacional de consensos apunta a los denominadores en común más bajos", explica el experto.
"El cambio climático actualmente representa una amenaza cercana a mediano plazo a la civilización humana, pero no es inevitable. Se necesita un nuevo enfoque en el manejo de los riesgos climáticos" para evitar el desastre. Aun así, en su opinión actualmente el mundo no está preparado para imaginar las consecuencias catastróficas del cambio climático.
Otro error es presentar el peligro como un problema futuro, más que un problema actual, añade.
"Lo que hay que hacer ahora es un desafío fundamental a las actuales estructuras de mercado y gobierno", asegura.
Agrega que los líderes políticos y empresariales parecen ser incapaces de incluso entender el tema. Y cita un informe británico de 2016, "Pensando lo impensable", basado en entrevistas a altos líderes de todo el mundo, según el cual su capacidad de anticiparse a eventos inesperados es "peligrosamente inadecuada en momentos críticos".
El estudio halló una fuerte resistencia, o lo que incluso puede llamarse "miopía ejecutiva", a aceptar que puedan suceder eventos "impensables", sin hablar de lidiar con ellos.
Medidas necesarias
Para Spratt, lo importante es entender la crisis en su total dimensión, y lo que requiere para su solución, es decir, acciones de emergencia.
"Se trata de intención política. Lo central a entender es que la política climática internacional está dominada por una preocupación sobre cualquier otra: el cambio debe ser gradual y no afectar a las economías nacionales o global en el corto plazo", critica.
Sin embargo, para él esto ya no es una opción, ya que solo quedan dos escenarios.
Dos escenarios
La primera opción es seguir al ritmo actual de explotación de recursos, que es insostenible y lleva hacia el colapso, tal como documenta un informe del Club de Roma de 1972.
Spratt señala que las consecuencias del cambio climático ya han causado trastornos geopolíticos extremos. Así sucedió con la extrema sequía y consecuente hambruna en Medio Oriente que propiciaron la Primavera Árabe y la guerra civil en Siria.
Otras vulnerabilidades aparte de un colapso ecológico, son la inestabilidad del sistema financiero internacional, una creciente desigualdad, políticas extremas y el desplazamiento de poblaciones por razones climáticas.
La segunda opción es una acción de emergencia a volver a un "clima seguro". A juicio de Pratt, esto significa, entre otras medidas, el cierre de la industria extractiva de combustibles fósiles y el fin del sistema productivo dependiente de los mismos.
Esto, según dice el escritor australiano Paul Gilding, en su libro The Great Disruption, llevará a un cambio sistémico complejo, con vulnerabilidades y discontinuidades ocurriendo de forma impredecible. "Él dice que habrá una creciente división global entre las viejas y nuevas élites económicas, porque el marco de sostenibilidad es una mala noticia para algunas corporaciones, y hay un desorden causado por la 'destrucción creativa' de capital y el abandono de bienes".
Para el experto, estas alternativas nos enfrentan a una disyuntiva a gran escala: o planificada en el marco de una transición de emergencia, o no planificada debido al colapso social y físico a medida que el calentamiento se intensifica.
"El tiempo para un cambio lento se acabó y una 'victoria' lenta es lo mismo que una derrota. Ya no hay un camino gradual para tener éxito. Esto debe estar en el foco del pensamiento cuando se evalúen medidas y la escala de la acción requerida en consideración", subraya.
La importancia de la sociedad civil
Otro elemento que destaca Spratt es la importancia del activismo comunitario.
"Allí donde hay suficiente espacio democrático, la sociedad civil ha liderado las campañas para la acción climática por décadas. Cada año, crece el compromiso, en el norte y el sur, este y oeste. Campañas valientes han evitado el fracking, cerrado minas de carbón, aplazado o evitado nuevos oleoductos, nueva infraestructura y deforestación", destaca.
Dice que, de esta forma, la sociedad civil ha avergonzado a los gobiernos involucrados en la demora predatoria y les han pedido rendir cuentas, al tiempo que ha impulsado iniciativas oficiales que han reforzado la revolución de la energía renovable.
A esto se suma "un nuevo activismo climático, que califica la crisis climática de amenaza para la humanidad, y desafiando el fracaso de los líderes políticos y empresariales. Esto incluye a Greta Thunberg y el movimiento global StudentStrike4Climate en occidente y sur del planeta, el grupo Extinction Rebellion (XR), a The Climate Mobilisation en Estados Unidos y comunidades similares en otros lugares".
Este nuevo realismo, en sus palabras, está cambiando el relato. “Riesgo existencial”, “crisis de extinción” y “emergencia climática” son conceptos que se han normalizado, y el viejo lenguaje gradualista comienza a desaparecer, mientras el fracaso consume lentamente los procesos de la ONU.
Capitalismo y ecologismo
Recientemente el Presidente Sebastián Piñera señaló que el socialismo contaminó mucho más que el capitalismo. ¿Cree Spratt que el capitalismo global es compatible con estas medidas?
"La izquierda revolucionaria está en un mínimo histórico", responde Spratt. "En muchos países casi no existe. Parece fantasioso pensar que el capitalismo per se enfrente la amenaza de alguna fuerza revolucionaria", opina.
Sin embargo, la fase actual del capitalismo global, el neoliberalismo, no es compatible con las acciones necesarias para enfrentar la emergencia climática, asegura.
"Movimientos económicos a gran escala, ya sea en respuesta a una amenaza militar o un desastre natural como terremotos, tsunamis y ciclones, o al servicio de una transformación social a gran escala, se caracterizan por un liderazgo gubernamental fuerte para la planificación, coordinación y reubicación de recursos, respaldado por un poder administrativo suficiente para lograr una respuesta rápida más allá de la capacidad del funcionamiento normal de una sociedad", argumenta.
Para él, un ejemplo de esto son grandes transformaciones económicas como las ocurridas en Asia en la posguerra en Japón, Corea del Sur, Singapur y China.
"También será el caso en la movilización por la emergencia climática. Los gobiernos nacionales y subnacionales tienen la capacidad social única para planificar, dirigir recursos, desarrollar capacidades laborales, bajar impuestos y dirigir inversiones financieras, coordinar la innovación y fijar marcos regulatorios", señala.
En ese sentido, para el especialista es importante un renovado rol del Estado, debido al fracaso de la ortodoxia económica actual en solucionar el problema. "La mayoría de la acción climática, incluso a nivel de la ONU, y en muchos grupos ambientales, está en un marco neoliberal, es decir, aquel que enfatiza el papel dominante de un mercado regulado 'eficiente', con la menor cantidad de objetivos sociales posibles", critica.
Advierte que esta metodología ha creado modelos energético-climático-económicos para las autoridades según los cuales lo "óptimo" (más “eficiente”) en nivel de calentamiento está alrededor de 3-4 °C, una propuesta absurda cuando los principales científicos señalan que dicho nivel sería catastrófico y tal vez cause el fin de la civilización.
"Los mercados son amorales, en el sentido de que se guían por 'el valor de la acción' –ganancias y dividendos– y no por preocupaciones éticas. Hasta ahora, no han respondido adecuadamente, incluso en sus propios términos, a los riesgos financieros del cambio climático", puntualiza. "Cuando las decisiones son tomadas por el interés del inversionista, la empresa, el producto, la mina o el petróleo, no importa lo que beneficia más a la sociedad como un todo".
Al mismo tiempo, dice, los gobiernos han sido incapaces de regular los costos asociados a la actividad que no son tomados en cuenta por el mercado, como mala salud, impactos ambientales o sociales, "y no hay mejor ejemplo que el cambio climático".
"El resultado es un fracaso del mercado a gran escala. Tal como están estructurados y regulados actualmente, los mercados no han estado ni cerca de la tasa de cambio necesaria. Un resultado clave en el periodo de la acción climática de emergencia será la apreciación del necesario papel del Estado como regulador y protector de condiciones económicas y sociales, especialmente cuando está en juego el futuro de la sociedad", remata.
"No se trata de miedo versus esperanza, sino de valentía", precisa. Y "Greta Thunberg es un buen ejemplo de una persona que tiene el valor de llamar las cosas por su nombre", concluye.